8/19/2014

1.- Ven, corre y besame.

Malú era un puto huracán encima del escenario. Yo tenía el verdadero placer de verla en un lateral del escenario junto a su equipo de técnico de sonido. No podía dejar de mirarla con una sonrisa que no me cabía en los labios. Recuerdo que la plaza de toros estaba hasta arriba y que se puso muy nerviosa al ver el cartel de "No hay entradas" que lucia la taquilla. Ella no paraba de corretear por el escenario, iba de punta a punta cantando, animando a la gente, poniendo esas caras que pone cada vez que sacaba la voz, y a mi simplemente me encanta. Por no hablar de sus bailes... Y ante esto yo no puedo disimular lo orgullosa y enarmonada que estoy de esta mujer. 


Antes de que Como una flor acabara, fui a esperarla a su camerino. Estaba ansiosa por verla, besarla y hacerle de todo ahí mismo. ¡Como había estado mi niña! 
No tardó en aparecer por la puerta y abalanzarse sobre mi. Yo la besé por toda la cara y ella no paraba de reír. Quien nos viera... Parecíamos dos niñas.
-Para, para.- Me decía mientras intentaba separarse de mi.- No puedo respirar. 
-¡Vaya espectáculo gorda!.- En ese momento pasó por delante mía. Con cariño, le dí un palo en el culo. Sé que no le gusta nada, así que con una sonrisa esperé a  ver su reacción.
-¡Vanesa! ¡Que llevo cuero y pica joder!.- Me acerqué lentamente para dejar un beso en su frente. 
-No termino de acostumbrarme a ti.- Digo tras el beso. Ella hizo un gesto de los suyos. Reafirmando lo dicho. Cada vez me sorprendía cada día y eso era una verdad como un templo. Yo lo único que podía hacer era rendirme ante ella. 
Recuerdo que en ese momento Malú se apoyó en la mesa para quitarse el maquillaje. Yo como siempre fui esclava de mis impulso y me coloqué detrás de ella. Comencé acariciar suavemente su espalda, desde la nuca hasta el filo de su pantalón. 
-Cariño así no puedo...- Me decía susurrando. 
-Esque no puedo estar más tiempo sin besarte.- Sonrió y siguió a lo suyo. De nuevo volví a su espalda. Vi por el espejo como cerró los ojos y paró de quitarse el maquillaje. Empecé a besarle el cuello, metí mis manos por debajo de su camiseta y sin quererlo ella empezó a moverse. Si, le estaba haciendo cosquillas, es muy sensible respecto a eso, cuando digo muy sensible me refiero a eso. No puedes tocar ni un centímetro de su cuerpo sin que se ria. Os doy permiso para pensar mal... 
-Vane, no, que me haces cosquillas.- Entre su risa que se mezclaban con sus palabras y encima que me hablaba rápido no me enteré ni de la mitad de las cosas que decía. Solo le entendí el "Vane, no".
-¡Vane, si!.- Con un sutil movimiento la giré para verle la cara.
¡Oh dios mio! Sin maquillaje es más preciosa si cabe. 
-¿Qué pasa?.- Dijo ante mi embobamiento. 
-Cada día estas más guapa...- Musité a un centímetro de su boca. Y no hay una mejor mezcla que te dedique una de sus mejores sonrisas. 
-¿Vienes conmigo a casa?.- Resoplé. Lo hice porque ella sabía la respuesta. 
-Sabes que no puedo...- Acariciaba su moflete con delicadeza pero de nada sirvió.
-Como poder si puedes... Lo que pasa que te vas con ella.- Se separó de mi lado con los brazos cruzados. Cuando dice "ella" se refiere a Inma, es una amiga, actriz, ha venido a pasar unos días a Madrid. Mañana se va y me encantaría verla. Los días que ella ha estado aquí me ha sido imposible. 
-Cariño, solo me voy a tomar algo por ahí y vuelvo a casa antes de lo que tú te piensas...- Me acerqué lentamente a ella, seguía con la misma posición de antes.- Mañana se va y me gustaría pasar unas horas con ella.- Le aclaré pero no sirvió de nada. 
-Haz lo que quieras.- Que peligro tiene esta frase ¿verdad? Yo me quedé callada porque era lo mejor que podía hacer en estos momentos. 
El silencio se apodero del camerino. Ella siguió a lo suyo. Le observé como se desvestía y volvía a vestir.
-¿No te ibas?.
-Así no...- Me acerqué de nuevo a ella y le intenté besar pero antes de que mis labios aterrizaran en los suyos se apartó, bueno, más bien me hizo la cobra. Eso me encendió de más, y más dando la casualidad de que Inma abrió la puerta del camerino justo en ese preciso momento.
-¡Ups!... ¿Interrumpo algo?.- Vi las intenciones de Malú, y antes de que pudiera soltar alguna bordería de las suyas me adelanté. -No.- Dije con la voz tranquila. 
Después de fusilar a Malú con la mirada y coger mi bolso le dediqué un "Ahí te quedas". Os juro que yo la quiero muchísimo, pero cuando se pone así es infernal. 
¿Como acabó la noche? Fatal. Cuando volví a casa Malú seguía despierta. Tampoco me demoré mucho con Inma. Sabía que lo que me esperaba en casa iba a ser gordo, y así fue. Esa fue la última vez que la vi. 
Tras una discusión a grito pelado, tras que todos los vecinos se enterasen que lo habíamos dejado, cogí mi guitarra y dí un portazo que hizo vibrar todos los cristales de su casa. 
Recuerdo que esa noche llamé directamente a Inma, ahí creo que fue donde acabó lo mio con Malú y empezó lo mio con Inma. El tiempo y mi cabezonería con olvidar a Malú con Inma hicieron que estuviéramos juntas todo este tiempo, hasta el día de hoy. 

(...)

Un año y tres meses... Ese es el tiempo que llevo sin ver a Malú, en todo este tiempo ni siquiera nos hemos llamado para felicitarnos cuando era nuestro cumpleaños o desearnos feliz año en noche vieja. Nuestra relación se cortó de golpe ese día.
Hoy se celebran los premios Cadena Dial, y como no, los premios Cadena Dial siempre reúne a los mejores artistas nacionales. Melendi, India Martínez, Pablo Alborán, Alejandro Sanz, mi queridisa Pastora Soler y Malú. Ellos junto a otros artistas formaron parte de la gala. Hacía mucho tiempo que no les veía, desde que ella y yo no estamos juntas todo lo que nos envolvía se congeló. 
Durante la gala no sé como me las ingenié pero no me la crucé por ningún pasillo ni nada. Pastora me hizo de gancho y a regañadientes me ayudó. Ella sigue pensando que somos una inmaduras e inconscientes por haber dejado que todo esto haya acabado de esta manera. Tiene razón. Pero ahora es demasiado tarde. 
Al terminar la gala, en un recinto cerrado se organizó una fiesta. Hablé un par de veces con Pablo, me tomé un par de copas con mi Pastora y me fui al ver que Malú había llegado. Fue una de las últimas en llegar a la "fiesta" llegó junto a su manager, ella ni se dio cuenta de que estaba entre la gente, así que ese fue mi momento para largarme de aquí, pero no sin antes coger una botella casi vacía de Jack Daniel's. Fui directa a la playa. Necesitaba estar sola, sin que nadie me pregunte que tal lo llevo o que tal me va con Inma, siendo sincera me da pereza contestar a esta última. 
-Pareces una indigente...- Reconocí su voz al segundo. 
-¿Perdona?
-Pues eso, ahí tirada en la arena con la botella de Jack Daniel's...- Termina sentándose a mi lado. Esta muchísimo más guapa que la última vez. La brisa hace que su pelo vuele a su compás y haga más mágico este momento. 
-¿Sabes una cosa?.- Dijo en tono serio cortando el silencio que reinó minutos antes.- Haga lo que haga, este con quien...- Corrige antes de seguir y a mi me sale una sonrisa absurda.- Este como este, creo que no logro ser plenamente feliz.
-¿Por qué?.- Arrugué el ceño confusa. Últimamente la familia de Malú no esta pasando por su mejor momento, intenté hacer memoria hasta que ella habló de nuevo. 
-No sé... No puedo ser feliz cuando tengo a gente que quiero que no lo es.- Sentencia mirando hacia la luna llena.
-¿Como quién?.- Pregunto interesada. Como os he dicho antes, desde que nos hemos separado mucha gente ha tenido que vernos mal a las dos y eso no es plato de buen gusto. 
-Como tú. 
-... Yo soy feliz.- Intento aparentar que lo soy pero ella me conoce demasiado. 
-Vi esta semana una entrevista que diste, tu voz era diferente... Por no hablar de tu mirada.- Esto último lo dijo mirándome fijamente a los ojos. Yo me hago pequeña e intento buscar una respuesta lógica que no me haga quedar como una imbécil. 
-Y muchas cosas más que he visto.- Vuelve la vista hacía el paisaje que tenemos enfrente. Yo me quedo con mi mirada fija en ella intentando asimilar todo lo que me esta diciendo, pero no me da tregua. 
-He visto tus fotos con Inma...- Deja caer su frase como si nada. 
-¿Y qué?.- Respondo callándome que entre Inma y yo hay algo más que unas simples fotos. 
-Que si hubieras hecho esto antes me hubieras hecho mucho daño.- Termina acostándose a mi lado. La observo como lleva su mano a la arena y comienza hacer círculos sin sentido. Esta nerviosa, se lo noto, y lo peor es que me lo esta contagiando. 
-Jamas te haría una cosa así.- De eso estoy segura. Hubiera hecho cualquier locura por ella. 
-Ya...
... ¡Oh dios! ¡Huyamos todos! Ya ha salido la Malú cabezona. Sus monosílabos y su tono de voz la detectan.
-Es una amiga.- ¡Vale! No sé como coño decirle que Inma se ha convertido en lo que ella lleva advirtiéndome desde hace más de un año.- Me he ido a la playa con ella, hemos salido a tomar algo y...- Me corta de golpe.
-Y te has acostado con ella...- Dice con toda tranquilidad, esa misma tranquilidad que a mi me saca de quicio. Rebufo y me revuelvo en la arena. 
-¡Si! ¿Qué pasa?.- Digo ya enfadada. Sé que suena borde pero joder... Con ella no se puede ser de otra manera. ¡He llegado a mi límite!
-No ha sido tan difícil.
-Contigo todo es difícil. 
Por fin, el silencio pasa y se queda un rato con nosotras, ni me muevo, ni respiro con tal de que se calle y me deje un rato tranquila. 
-¿Sabes? Hay otra cosa que no entiendo...- La miro ya con la mirada de asesina puesta en primera línea de guerra. A ver la perla que me suelta ahora. 
-¿Dibujo naranjas en atardeceres?.- Pregunta sentándose en la arena. 
-¿Siempre tengo que explicarte mis canciones?.- Digo en medio de un suspiro. 
-No entiendo esa frase...- Su mirada delataba que era verdad y no se estaba quedando conmigo. Lo único que espero es que no haya escuchado la letra con atención. La escribí en un momento de flaqueza y eso fue lo que salió.
-Los atardeceres son de color naranja...- Digo sentándome con ella sin saber muy bien lo que estoy diciendo. 
-Ya lo sé.- Dice en un tono burlón. 
Vuelvo acostarme en la arena y ella imita mis pasos. 
-Sigo sin entenderlo.- Suelto una carcajada que a mi misma me asusto. Hace tiempo que no me río de esta manera. Y que casualidad que tiene que ser con ella.
Giro mi cabeza y Malú queda a un simple y lejano centímetro. Su olor vuelve a llenar lo vacíos que dejo al marcharse. No puedo evitar el cerrar los ojos y respirar hondo. Sobre todo respirar hondo, porque sé que cuando abra los ojos de nuevo me va a faltar el aire. 
-Entiendes la frase "Ven, corre y besame".- Susurro para que solo me escuché ella. Pero ella se limita a negar con la cabeza. Termino por romper ese centímetro y besar su frente. Ella sonríe y yo lo hago con ella, ¿Y quien no? Creo que hasta la luna también lo hace. 
Vuelvo a mirar hacia el cielo aún con la sonrisa tonta colgada de mis labios. 
-Vane...- No le contesto. Giro suavemente mi cabeza y por primera vez la miro a los ojos como hace tiempo he anhelado mirarla. 
-Besame.- Niego con la cabeza porque sé que si hablo no voy a poder decir que no. 

-Vanesa Martín, he dicho que me beses.- No le gusta que le digan que no, y menos que se lo diga yo. Pero creo que hoy he hecho lo mejor que podría haber hecho en toda mi vida. 

Novela "Aquí y Ahora"

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