2/13/2015

Capitulo 6: Casi Te Rozo

1... 2... y 3” Para dentro, otro. No sé cuantos chupitos llevamos ya. Esto es subrealista, intento parar, analizar la situación. No puedo, solo saco claro que me estoy emborrachando con la ex de mi ex... o mi amante... ya no sé ni lo que es.
Parecemos dos despechadas emborrachándonos para ahogar las penas. Ella no sabe mi historia con Vanesa, ni se lo pienso contar. Mi cabeza se monta muchas películas ¿y si se piensa que yo soy una de las personas con la que le engaño Vane? Joder... ¿Y si es así? ¿Y si estuvo jugando con las dos hasta que se decidió por mi? Si es así me hubiera engañado a mi también. Sacudo mi cabeza intentando sacar esos pensamientos de mi cabeza... Es lo que esta haciendo ahora, lo ha podido hacer antes.. Necesito otra copa.

Salimos del pub riéndonos sin poder parar. Ya no sé de que nos reímos, es la típica risa tonta que te da cuando estas borracha. Con la tontería ni me he dado cuenta de lo que hemos andado, ni sé donde estamos.
-Malú, Malú... pero para.- Dice riéndose. Me doy la vuelta para mirarla.- Que yo vivo aquí.- Señala el portal de un edificio.
Me acerco a ella para despedirme.
-¿Subes y tomamos la última?.- Vale, sé lo que significa esa frase y su mirada me lo confirma. Y ya no me queda ninguna duda cuando se acerca más a mi, me coge de la cintura y me besa. Nos besamos como animales. La poca cordura que me queda me dice que pare, pero el alcohol que corre por mi cuerpo me suplica que siga.

Ahora no quiero pensar, tampoco puedo hacerlo. Solo sé que estamos en su cama, desnudas y dejándome llevar por el calentón de una noche que espero no me tenga que arrepentir.

Los primeros rayos de sol entran directamente en la habitación impactando con mi cara. Hacen que arrugue el ceño. Poco a poco abro los ojos. Me los rasco. Cuando consigo abrirlos del todo, extraño la habitación, la cama... La mujer que esta a mi lado... ¡Pero que coño he hecho!
Con una mano en la cabeza comienzo a arrepentirme, pero más lo hago cuando me fijo que en la mesita de noche hay una foto de Mónica con Vane. Una Vane con 7 años menos... Me hace pensar si Mónica sigue estando enamorada de ella, o simplemente es una psicópata obsesionada con ella.
Me levanto cuidadosamente mientras cojo la ropa y salgo al salón.
Comienzo a vestirme. Observo con curiosidad el comedor. Me fijo en la mesa. Hay una revista. Me acerco y la cojo con mis manos aún torpes. Mi lado Maruja es algo que nunca he sabido controlar.
Abro los ojos. ¡Joder! ¡No me lo puedo creer! ¡Sabía en un principio quien era yo!
Suelto la revista de golpe al escuchar su “Buenos días”
Respiro con dificultad. Espero que no se haya dado cuenta.
-Buenos días.- Digo mientras me pongo la chaqueta.
-¿Te vas ya?.
-Eh... Si... Puf.- Suplico a mi mente más agilidad.- Estoy aquí en Málaga con unos amigos y seguro que estarán preocupados por mi.- Al decir esto cojo el móvil de golpe. 6 llamadas perdidas, tropecientos mensajes de Pastora, y uno de Vane “¿Donde coño estas?” Sencillo y directo, muy en su línea.
Ella sonríe, mientras se acerca a mi.
-Una lastima que te tengas que ir ya...- Besa mi boca y yo sin mover ni un musculo me separo.- Ha sido un placer Malú.
Me despido de ella y con toda la prisa del mundo salgo de aquel edificio.
Cuando salgo a la calle no sé donde estoy... ¿Y mi coche?.
Camino intentando recordar más o menos el camino de vuelta.
Estoy así más de 15 minutos... Saco el móvil. ¿A quién llamo?
A Vane no, ya me la imagino, no tengo ganas de bronca. Ya esta, Pablo. Él es de Málaga también, se tiene que conocer esta zona.

-Moreno.- Digo tras la linea.
-Hombre desaparecida, ¿Donde estas-?.
-¿Vienes a por mi? Necesito que me ayudes a encontrar mi coche.
-Mejor no pregunto...- Ríe y sin poder evitarlo lo hago yo también.- Dime donde estas más o menos...- Me rasco la nuca y mirando las calles me fijo que hay un Mercadona y enfrente una tienda de deportes Nike.

Al llegar a la casa no os podéis ni imaginar las caras de Pastora y Vane.
-¿Donde estabas?.
Vane se coloca detrás de Pastora a la espera de mi respuesta. Me lo pienso y finalmente respondo:
-Por ahí.
Hao un gesto con las manos para quitarle importancia al asunto pero no causa el efecto que quiero.
-¿Como que por ahí? ¿Donde has pasado la noche?.
Noto presión en sus miradas. Me muevo nerviosa por la cocina.
-Bebí un poco y no quise coger el coche, así que pillé una habitación en una pensión de mala muerte, no preocuparos.
Las dos asienten y acaban saliendo de la cocina.
A lo largo del día no hemos vuelto a hablar de mi pequeña desaparición nocturna, algo que agradezco.
Cuando terminamos de cenar, me dispongo a quitar lo poco que queda de cena en la mesa. Cuando me levanto Vane viene detrás mía con un plato entre sus manos.

-A mi no me engañas...- Dice entornando la puerta.
-¿Perdona?.
-¿Donde has pasado la noche?.
Su mirada de perdonavidas me reconcome. Así que decido a plantarle cara.
-Me ha servido de mucho...-Dejo caer con chulería.
Vanesa no responde. Su gesto se endurece.
-Me he enterado de ciertas cosas que desconocía de ti...
Tras sostenerme la mirada unos largos segundos, finalmente acaba por desaparecer de la cocina.
Salgo tras ella y la veo sentarse al lado de Inma, su gesto es de lo más serio y dentro de lo que cabe me hace gracia verla así.
Su querida no tarda en darle un beso y preocuparse por ella.
Respiro hondo no se cuantas veces e intento disimular mis ganas de ir hacia ellas y apartarla del lado de Vane.
Camino. Frente alta. Sonrisa profident.
¡Madre mía! ¡Madre mía! Pero si yo me he equivocado de profesión. Ahora mismo ni la mejor actriz de Hollywood podría superarme.


Sigo caminando por toda la casa, hasta que llego a la parcela. Fin del papel. Pataleo. ¡Joder!
-¿Pasa algo cariño?.- Pregunta Pastora.
¡Oh dios mio si pasa! Me revuelvo de nuevo. Nadie sabe nada, prometimos no contar nada. Así que dispuesta de seguir con la promesa, me toca mentir.
-No pasa nada.
Achina sus ojos y tras a sentir me avisa que no me quede mucho tiempo fuera.
Pastora y su vena maternal...
Pasé como unas dos horas en una banco blanco en medio del jardín mirando hacia la nada con una manta tapada hasta el cuello.
Sabía que tarde o temprano iba a volver y así fue.
-¿No crees que hace bastante frío aquí fuera?.- Intenta torcer una sonrisa que se quedo a la mitad.
Se sienta a mi lado y termina cogiendo un cacho de manta.
-Aquí se esta bien.
-¿Lo pasaste bien ayer?.- Pregunta sin llegar a mirarme a la cara.
-Si...- Digo con orgullo.- Muy bien.
-¿Por donde saliste?.
El tercer grado de Vane me hace gracia. ¿Esta celosa?.
-Pues por donde me solías llevar...
Desde luego esta celosa. Me aparta la mirada y sus preguntas quieren salir pero sus labios no formulan ninguna.
Doy el paso. Le pregunto que tal lo pasó ayer y tras recibir una contestación de lo más borde no puedo evitar sonreír.
-¿Te ríes?.
¿Por qué me habla así? Ella esta con Inma, creo que tengo el mismo derecho para pasar la noche con otra persona sin dar explicaciones a nadie.
-No sé que te hace tanta gracia...- Gira su cabeza robándome toda la manta. No puedo evitar soltar una carcajada y reírme más. Resopla. Me mata con la mirada. Me levanto y cojo mi paquete de tabaco de la mesa que esta enfrente nuestra.
-Malú...- Dice mi nombre bajito.
No me doy la vuelta, saco un cigarro con toda la tranquilidad del mundo.
-Malú...- Vuelve a repetir.
Me encanta que por una vez sea yo la que le pone nerviosa a ella.
Me enciendo el cigarro, le doy una calada y la miro.
-¿Qué?.
La sigo con la mirada mientras vuelvo a su lado.
-¿Qué hiciste anoche?.- Sus ojos se clavan en mi con miedo.
Sospecha algo, lo sé, la conozco demasiado bien. Pero quiere que yo se lo confirme.
-¡Que no joder!.- Se levanta echando de mala manera la manta hacia atrás.- Dímelo.
Me pongo delante suya y me pongo de cunclillas.
Mi mira. Me fusila. Me quema. Yo con una mueca me excuso.
-Vane, yo también tengo derecho a...
-¡Cállate!.- Alza la voz cortándome.
Alucinada, me callo.
No sé que hacer, me pide que se lo cuente y me manda a callar...
¡Alucino!
-Eres una caprichosa.- Digo sin miedo. Me mira. Me achico. Se acerca a las escaleras y tiro de su brazo para verle la cara.
-Inma, yo... Y no te aclaras, lo quieres todo.
-¿Todo?.
-Si, todo.- Recalco poniéndome de puntillas.
Desde luego nunca habría imaginado ver a Vane en esta tesitura.
Vane se mueve para apartar su brazo del mio.
-Vale... Tienes razón.- Dice sin más. Vuelve a sentarse y cogiendo la manta se la pasa por sus hombros. No dice nada más.
Ahora me siento mal. ¿Como he podido hablarle así?.
Me siento a su lado y le doy un pequeño beso en la mejilla. Ni se inmuta.
-¿Me das un beso?.- Le pido tocando su espalda.
-No quiero.
-Uno solo gorda.- Le insisto, pero nada.
Niega con la cabeza mientras fija su mirada en el suelo.
Respiro hondo. Me esta cabreando y mucho. Me da rabia mendigar un puñetero beso. Pero hago un esfuerzo e intento comprenderla.
Le cojo por debajo de la barbilla y hago que me mire.
-¿No me lo vas a dar?.- Pongo esa vocecilla de niña quinciañera pero nada, eso tampoco suavizo su cara.
-No te mereces que te bese.- Me dice susurrando.
¡Oh dios mio! ¡Lo que tengo que aguantar! Hago como si no hubiera oído nada. La beso, pero Vane no se mueve, se mantiene de piedra.
-Te necesito...- Le susurro al oído.
-Anoche no me necesitabas tanto...- Tras esto se mete dentro de la casa dejándome sola con cara de idiota y sin saber que hacer.

A los 5 minutos, cuando termino de fumar el cigarro, entro a la casa y camino directa a mi habitación. Paso por delante del cuarto de Vane y me entran los 7 males...
Entro en mi cuarto y antes de quitarme la camiseta escucho como mi puerta se abre. Me giro, y ahí la tengo.
-¿Puedo pasar?.
Asiento. No quiero que se vaya.
Tras asegurarse que en la casa solo estamos ella y yo despiertas, cierra la puerta. Sonrío, sonrío mucho porque sé a lo que ha venido. Esboza una sonrisa de superioridad. Tiemblo. Camina hacia mi, no me muevo. Mi cuerpo se ha quedado paralizado ante el suyo.
Sus manos se deslizaban por mi cuerpo calentándolo, haciendo temblar cada esquina de mi piel. Mis piernas flaquean, ella sonríe, y yo creo morir en ese instante.
Se detiene en mi ombligo, lo besa, me muerde. Apoyo mis manos en la mesa que tengo a mi derecha y con un hilo de voz consigo decir:
-Vane... Como sigas así me voy a caer...
-Ven...
Tira de mi mano. Me tumba en la cama y no tarda en ponerse encima mía. Agarra la camiseta por debajo y la desliza para arriba hasta quitármela. Los pantalones me duran lo mismo. Me encuentro en ropa interior y debajo suya.
-Como siempre...- Le susurro. La noto como sonríe.
Se acerca más. Del bolsillo saca su móvil y de un toque rápido pone en marcha la música. Suena suave, no molesta. Hoy nos canta Joaquín Sabina. Cierro los ojos y dejo que haga conmigo lo que quiera. Estoy casi desnuda y dispuesta a entregarme a ella.
Desliza sus manos hacia mi vientre. Su besos no salen de mi cuello. Intento controlar la respiración.
-Si gritas, pararé.- Ordena. Asiento. Las dos miramos a la pared y controlamos desde la cama los movimientos de la casa. De momento sigue estando en silencio.
Dicho esto, vuelve a besarme. Se apresura. Cierro los ojos un instante al sentir sus besos bajando por mi cuerpo. Se detiene en mi ombligo y respiro hondo al sentir su boca dentro de mi, noto como me arde, me quema, me estimula. Me rindo ante ella. Estoy inmovilizada de piernas para abajo. Sus manos firmes me sujetan. Casi no me puedo mover. Me tenso, arqueo mi espalda, pongo mi mano en la nuca de Vane. No quiero que se separe de mi. Contengo la respiración. Inma esta al otro lado de la pared. Aprieto mi mandíbula al sentir que Vane va subido el ritmo. Una de sus manos sube por mi cuerpo hasta llegar a mi boca. La tapa,y yo la muerdo. Ella me muerde a mi. Duele. Cuando bajo mi mirada hacia mi bien más preciado me encuentro con la suya.
Juro que no hay imagen más provocativa que esta.
Noto un cosquilleo en la barriga al ver lo que hace.
Cuando creo que voy a ver las estrellas y el firmamento entero Vane se para.
-¡No pares!.- Suplico que siga, que termine, no me puede dejar así.
-Tengo otros planes mejores...
¿Qué? ¿Perdona? ¡No! ¡No será capaz de dejarme así!
Se levanta de la cama y cogiendo su móvil camina hacia la puerta.
Con las sabanas enroscadas en mi cuerpo corro tras ella.
-Como se te ocurra terminar con ella olvídate de mi por completo.- Le advierto.
Ella ladea su sonrisa y me besa.
-¿Ah si?.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Antes de nada quiero daros las gracias a vosotras @novelateconozco @crisbdmmyc, ¡Madre mía! Lo que han tenido que aguantar y a las 4 de la mañana, es inhumano, ¡eso no se hace! Jaja Pero me encanta saber que sois igual de nocturnas que yo! Aunque unas más que otras... ¬¬'
Gracias @novelateconozco por tu primera parte, (maravillosa, por cierto), y tus pequeños diálogos que me ibas pasando por “was” y que quedan grabados aquí!
@novelateconozco y @crisbdmmyc he aquí nuestro capitulo!
Os debo una grande! ;P

Novela "Aquí y Ahora"

Novela "Aquí y Ahora"