“1...
2... y 3” Para dentro, otro. No sé cuantos chupitos llevamos ya.
Esto es subrealista, intento parar, analizar la situación. No
puedo, solo saco claro que me estoy emborrachando con la ex de mi
ex... o mi amante... ya no sé ni lo que es.
Parecemos
dos despechadas emborrachándonos para ahogar las penas. Ella no sabe
mi historia con Vanesa, ni se lo pienso contar. Mi cabeza se monta
muchas películas ¿y si se piensa que yo soy una de las personas con
la que le engaño Vane? Joder... ¿Y si es así? ¿Y si estuvo
jugando con las dos hasta que se decidió por mi? Si es así me
hubiera engañado a mi también. Sacudo mi cabeza intentando sacar
esos pensamientos de mi cabeza... Es lo que esta haciendo ahora, lo
ha podido hacer antes.. Necesito otra copa.
Salimos
del pub riéndonos sin poder parar. Ya no sé de que nos reímos, es
la típica risa tonta que te da cuando estas borracha. Con la
tontería ni me he dado cuenta de lo que hemos andado, ni sé donde
estamos.
-Malú,
Malú... pero para.- Dice riéndose. Me doy la vuelta para mirarla.-
Que yo vivo aquí.- Señala el portal de un edificio.
Me
acerco a ella para despedirme.
-¿Subes
y tomamos la última?.- Vale, sé lo que significa esa frase y su
mirada me lo confirma. Y ya no me queda ninguna duda cuando se acerca
más a mi, me coge de la cintura y me besa. Nos besamos como
animales. La poca cordura que me queda me dice que pare, pero el
alcohol que corre por mi cuerpo me suplica que siga.
Ahora
no quiero pensar, tampoco puedo hacerlo. Solo sé que estamos en su
cama, desnudas y dejándome llevar por el calentón de una noche que
espero no me tenga que arrepentir.
Los
primeros rayos de sol entran directamente en la habitación
impactando con mi cara. Hacen que arrugue el ceño. Poco a poco abro
los ojos. Me los rasco. Cuando consigo abrirlos del todo, extraño la
habitación, la cama... La mujer que esta a mi lado... ¡Pero que
coño he hecho!
Con
una mano en la cabeza comienzo a arrepentirme, pero más lo hago
cuando me fijo que en la mesita de noche hay una foto de Mónica con
Vane. Una Vane con 7 años menos... Me hace pensar si Mónica sigue
estando enamorada de ella, o simplemente es una psicópata
obsesionada con ella.
Me
levanto cuidadosamente mientras cojo la ropa y salgo al salón.
Comienzo
a vestirme. Observo con curiosidad el comedor. Me fijo en la mesa.
Hay una revista. Me acerco y la cojo con mis manos aún torpes. Mi
lado Maruja es algo que nunca he sabido controlar.
Abro
los ojos. ¡Joder! ¡No me lo puedo creer! ¡Sabía en un principio
quien era yo!
Suelto
la revista de golpe al escuchar su “Buenos días”
Respiro
con dificultad. Espero que no se haya dado cuenta.
-Buenos
días.- Digo mientras me pongo la chaqueta.
-¿Te
vas ya?.
-Eh...
Si... Puf.- Suplico a mi mente más agilidad.- Estoy aquí en Málaga
con unos amigos y seguro que estarán preocupados por mi.- Al decir
esto cojo el móvil de golpe. 6 llamadas perdidas, tropecientos
mensajes de Pastora, y uno de Vane “¿Donde coño estas?”
Sencillo y directo, muy en su línea.
Ella
sonríe, mientras se acerca a mi.
-Una
lastima que te tengas que ir ya...- Besa mi boca y yo sin mover ni un
musculo me separo.- Ha sido un placer Malú.
Me
despido de ella y con toda la prisa del mundo salgo de aquel
edificio.
Cuando
salgo a la calle no sé donde estoy... ¿Y mi coche?.
Camino
intentando recordar más o menos el camino de vuelta.
Estoy
así más de 15 minutos... Saco el móvil. ¿A quién llamo?
A
Vane no, ya me la imagino, no tengo ganas de bronca. Ya esta, Pablo. Él es de Málaga también, se tiene que conocer esta zona.
-Moreno.-
Digo tras la linea.
-Hombre
desaparecida, ¿Donde estas-?.
-¿Vienes
a por mi? Necesito que me ayudes a encontrar mi coche.
-Mejor
no pregunto...- Ríe y sin poder evitarlo lo hago yo también.- Dime
donde estas más o menos...- Me rasco la nuca y mirando las calles me
fijo que hay un Mercadona y enfrente una tienda de deportes Nike.
Al
llegar a la casa no os podéis ni imaginar las caras de Pastora y
Vane.
-¿Donde
estabas?.
Vane
se coloca detrás de Pastora a la espera de mi respuesta. Me lo
pienso y finalmente respondo:
-Por
ahí.
Hao
un gesto con las manos para quitarle importancia al asunto pero no
causa el efecto que quiero.
-¿Como
que por ahí? ¿Donde has pasado la noche?.
Noto
presión en sus miradas. Me muevo nerviosa por la cocina.
-Bebí
un poco y no quise coger el coche, así que pillé una habitación en
una pensión de mala muerte, no preocuparos.
Las
dos asienten y acaban saliendo de la cocina.
A
lo largo del día no hemos vuelto a hablar de mi pequeña
desaparición nocturna, algo que agradezco.
Cuando
terminamos de cenar, me dispongo a quitar lo poco que queda de cena
en la mesa. Cuando me levanto Vane viene detrás mía con un plato
entre sus manos.
-A
mi no me engañas...- Dice entornando la puerta.
-¿Perdona?.
-¿Donde
has pasado la noche?.
Su
mirada de perdonavidas me reconcome. Así que decido a plantarle
cara.
-Me
ha servido de mucho...-Dejo caer con chulería.
Vanesa
no responde. Su gesto se endurece.
-Me
he enterado de ciertas cosas que desconocía de ti...
Tras
sostenerme la mirada unos largos segundos, finalmente acaba por
desaparecer de la cocina.
Salgo
tras ella y la veo sentarse al lado de Inma, su gesto es de lo más
serio y dentro de lo que cabe me hace gracia verla así.
Su
querida no tarda en darle un beso y preocuparse por ella.
Respiro
hondo no se cuantas veces e intento disimular mis ganas de ir hacia
ellas y apartarla del lado de Vane.
Camino.
Frente alta. Sonrisa profident.
¡Madre
mía! ¡Madre mía! Pero si yo me he equivocado de profesión. Ahora
mismo ni la mejor actriz de Hollywood podría superarme.
Sigo
caminando por toda la casa, hasta que llego a la parcela. Fin del
papel. Pataleo. ¡Joder!
-¿Pasa
algo cariño?.- Pregunta Pastora.
¡Oh
dios mio si pasa! Me revuelvo de nuevo. Nadie sabe nada, prometimos
no contar nada. Así que dispuesta de seguir con la promesa, me toca
mentir.
-No
pasa nada.
Achina
sus ojos y tras a sentir me avisa que no me quede mucho tiempo fuera.
Pastora
y su vena maternal...
Pasé
como unas dos horas en una banco blanco en medio del jardín mirando
hacia la nada con una manta tapada hasta el cuello.
Sabía
que tarde o temprano iba a volver y así fue.
-¿No
crees que hace bastante frío aquí fuera?.- Intenta torcer una
sonrisa que se quedo a la mitad.
Se
sienta a mi lado y termina cogiendo un cacho de manta.
-Aquí
se esta bien.
-¿Lo
pasaste bien ayer?.- Pregunta sin llegar a mirarme a la cara.
-Si...-
Digo con orgullo.- Muy bien.
-¿Por
donde saliste?.
El
tercer grado de Vane me hace gracia. ¿Esta celosa?.
-Pues
por donde me solías llevar...
Desde
luego esta celosa. Me aparta la mirada y sus preguntas quieren salir
pero sus labios no formulan ninguna.
Doy
el paso. Le pregunto que tal lo pasó ayer y tras recibir una
contestación de lo más borde no puedo evitar sonreír.
-¿Te
ríes?.
¿Por
qué me habla así? Ella esta con Inma, creo que tengo el mismo
derecho para pasar la noche con otra persona sin dar explicaciones a
nadie.
-No
sé que te hace tanta gracia...- Gira su cabeza robándome toda la
manta. No puedo evitar soltar una carcajada y reírme más. Resopla.
Me mata con la mirada. Me levanto y cojo mi paquete de tabaco de la
mesa que esta enfrente nuestra.
-Malú...-
Dice mi nombre bajito.
No
me doy la vuelta, saco un cigarro con toda la tranquilidad del mundo.
-Malú...-
Vuelve a repetir.
Me
encanta que por una vez sea yo la que le pone nerviosa a ella.
Me
enciendo el cigarro, le doy una calada y la miro.
-¿Qué?.
La
sigo con la mirada mientras vuelvo a su lado.
-¿Qué
hiciste anoche?.- Sus ojos se clavan en mi con miedo.
Sospecha
algo, lo sé, la conozco demasiado bien. Pero quiere que yo se lo
confirme.
-¡Que
no joder!.- Se levanta echando de mala manera la manta hacia atrás.-
Dímelo.
Me
pongo delante suya y me pongo de cunclillas.
Mi
mira. Me fusila. Me quema. Yo con una mueca me excuso.
-Vane,
yo también tengo derecho a...
-¡Cállate!.-
Alza la voz cortándome.
Alucinada,
me callo.
No
sé que hacer, me pide que se lo cuente y me manda a callar...
¡Alucino!
-Eres
una caprichosa.- Digo sin miedo. Me mira. Me achico. Se acerca a las
escaleras y tiro de su brazo para verle la cara.
-Inma,
yo... Y no te aclaras, lo quieres todo.
-¿Todo?.
-Si,
todo.- Recalco poniéndome de puntillas.
Desde
luego nunca habría imaginado ver a Vane en esta tesitura.
Vane
se mueve para apartar su brazo del mio.
-Vale...
Tienes razón.- Dice sin más. Vuelve a sentarse y cogiendo la manta
se la pasa por sus hombros. No dice nada más.
Ahora
me siento mal. ¿Como he podido hablarle así?.
Me
siento a su lado y le doy un pequeño beso en la mejilla. Ni se
inmuta.
-¿Me
das un beso?.- Le pido tocando su espalda.
-No
quiero.
-Uno
solo gorda.- Le insisto, pero nada.
Niega
con la cabeza mientras fija su mirada en el suelo.
Respiro
hondo. Me esta cabreando y mucho. Me da rabia mendigar un puñetero
beso. Pero hago un esfuerzo e intento comprenderla.
Le
cojo por debajo de la barbilla y hago que me mire.
-¿No
me lo vas a dar?.- Pongo esa vocecilla de niña quinciañera pero
nada, eso tampoco suavizo su cara.
-No
te mereces que te bese.- Me dice susurrando.
¡Oh
dios mio! ¡Lo que tengo que aguantar! Hago como si no hubiera oído
nada. La beso, pero Vane no se mueve, se mantiene de piedra.
-Te
necesito...- Le susurro al oído.
-Anoche
no me necesitabas tanto...- Tras esto se mete dentro de la casa
dejándome sola con cara de idiota y sin saber que hacer.
A
los 5 minutos, cuando termino de fumar el cigarro, entro a la casa y
camino directa a mi habitación. Paso por delante del cuarto de Vane
y me entran los 7 males...
Entro
en mi cuarto y antes de quitarme la camiseta escucho como mi puerta
se abre. Me giro, y ahí la tengo.
-¿Puedo
pasar?.
Asiento.
No quiero que se vaya.
Tras
asegurarse que en la casa solo estamos ella y yo despiertas, cierra
la puerta. Sonrío, sonrío mucho porque sé a lo que ha venido.
Esboza una sonrisa de superioridad. Tiemblo. Camina hacia mi, no me
muevo. Mi cuerpo se ha quedado paralizado ante el suyo.
Sus
manos se deslizaban por mi cuerpo calentándolo, haciendo temblar
cada esquina de mi piel. Mis piernas flaquean, ella sonríe, y yo
creo morir en ese instante.
Se
detiene en mi ombligo, lo besa, me muerde. Apoyo mis manos en la mesa
que tengo a mi derecha y con un hilo de voz consigo decir:
-Vane...
Como sigas así me voy a caer...
-Ven...
Tira
de mi mano. Me tumba en la cama y no tarda en ponerse encima mía.
Agarra la camiseta por debajo y la desliza para arriba hasta
quitármela. Los pantalones me duran lo mismo. Me encuentro en ropa
interior y debajo suya.
-Como
siempre...- Le susurro. La noto como sonríe.
Se
acerca más. Del bolsillo saca su móvil y de un toque rápido pone
en marcha la música. Suena suave, no molesta. Hoy nos canta Joaquín
Sabina. Cierro los ojos y dejo que haga conmigo lo que quiera. Estoy
casi desnuda y dispuesta a entregarme a ella.
Desliza
sus manos hacia mi vientre. Su besos no salen de mi cuello. Intento
controlar la respiración.
-Si
gritas, pararé.- Ordena. Asiento. Las dos miramos a la pared y
controlamos desde la cama los movimientos de la casa. De momento
sigue estando en silencio.
Dicho
esto, vuelve a besarme. Se apresura. Cierro los ojos un instante al
sentir sus besos bajando por mi cuerpo. Se detiene en mi ombligo y
respiro hondo al sentir su boca dentro de mi, noto como me arde, me
quema, me estimula. Me rindo ante ella. Estoy inmovilizada de piernas
para abajo. Sus manos firmes me sujetan. Casi no me puedo mover. Me
tenso, arqueo mi espalda, pongo mi mano en la nuca de Vane. No quiero
que se separe de mi. Contengo la respiración. Inma esta al otro lado
de la pared. Aprieto mi mandíbula al sentir que Vane va subido el
ritmo. Una de sus manos sube por mi cuerpo hasta llegar a mi boca. La
tapa,y yo la muerdo. Ella me muerde a mi. Duele. Cuando bajo mi
mirada hacia mi bien más preciado me encuentro con la suya.
Juro
que no hay imagen más provocativa que esta.
Noto
un cosquilleo en la barriga al ver lo que hace.
Cuando
creo que voy a ver las estrellas y el firmamento entero Vane se para.
-¡No
pares!.- Suplico que siga, que termine, no me puede dejar así.
-Tengo
otros planes mejores...
¿Qué?
¿Perdona? ¡No! ¡No será capaz de dejarme así!
Se
levanta de la cama y cogiendo su móvil camina hacia la puerta.
Con
las sabanas enroscadas en mi cuerpo corro tras ella.
-Como
se te ocurra terminar con ella olvídate de mi por completo.- Le
advierto.
Ella
ladea su sonrisa y me besa.
-¿Ah
si?.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Antes de nada quiero daros las gracias a vosotras @novelateconozco @crisbdmmyc, ¡Madre mía! Lo que han tenido que aguantar y a las 4 de la mañana, es inhumano, ¡eso no se hace! Jaja Pero me encanta saber que sois igual de nocturnas que yo! Aunque unas más que otras... ¬¬'
Antes de nada quiero daros las gracias a vosotras @novelateconozco @crisbdmmyc, ¡Madre mía! Lo que han tenido que aguantar y a las 4 de la mañana, es inhumano, ¡eso no se hace! Jaja Pero me encanta saber que sois igual de nocturnas que yo! Aunque unas más que otras... ¬¬'
Gracias
@novelateconozco por tu primera parte, (maravillosa, por cierto), y tus pequeños
diálogos que me ibas pasando por “was” y que quedan grabados
aquí!
@novelateconozco
y @crisbdmmyc he aquí nuestro capitulo!
Os
debo una grande! ;P